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viernes, 3 de abril de 2015
Efecto Placebo
Efecto placebo
El efecto placebo (del latín placēbō,
“complaceré”, futuro indicativo de la primera
persona del singular de placeō “Yo
complazco”)
[1]
es el conjunto de efectos
sobre la salud que produce la administración
de un placebo, que puede ser en forma de
pastilla, una terapia, la automedicación o un
mero acto médico y que no se deben al efecto
específico de dicho acto médico.
En investigación médica el efecto placebo
aparece en diferentes situaciones y depende
del grado de sugestión. Los placebos más
comunes incluyen pastillas de azúcar,
infusiones y cirugías placebo, pudiendo ser
también cualquier otro procedimiento en el
que se da información falsa al paciente. Los
efectos positivos del placebo desaparecen
cuando se informa a los pacientes de la
realidad del medicamento que están
tomando.
[2]
También es el causante de que funcionen los
métodos de la medicina no convencional, en
que los pacientes se curan solo si creen en la
curación, no porque el método aplicado sea
efectivo contra esa enfermedad.
La explicación neurocientífica postulada para
este fenómeno sería la estimulación (no por
parte de la sustancia placebo, de lo contrario
no entraría en la definición) de los cortex
prefrontal, orbitofrontal y cingulado anterior,
así como el núcleo accumbens, la amígdala,
la sustancia gris periacueductal y la médula
espinal, que influyen en la percepción de la
salud, como se ha comprobado en estudios
de resonancia magnética funcional.
[3]
Hay gran variabilidad en la presentación de
este efecto y la aparición del mismo está
determinada por factores del individuo, de la
sustancia (incluida su forma de
administración) y del medio en el que se
realiza el tratamiento. Sin embargo, la
cuantificación de este fenómeno es muy útil
para determinar la utilidad y seguridad de
fármacos y otras sustancias en la
terapéutica.
Uso actual del placebo
El uso más importante de los placebos dentro
de la práctica clínica actual es el de los
ensayos clínicos controlados. En las
investigaciones de laboratorio y en la fase de
ensayos clínicos con fármacos la población
en la que se prueba el efecto del fármaco se
divide en dos grupos seleccionados
aleatoriamente (muestra), de modo que uno
de ellos recibe la medicación (grupo
experimental) y otro recibe una sustancia
inerte o placebo (grupo control). Si el fármaco
es efectivo, los resultados correspondientes
al grupo experimental muestran diferencias
estadísticamente significativas respecto de
los resultados obtenidos en el grupo control.
Los pacientes que se incluyen en los ensayos
clínicos controlados reciben mucho más que
una sustancia farmacológicamente inerte.
Muchas veces estos enfermos presentan una
evolución mejor que el resto de pacientes no
incluidos en el ensayo y a veces tan buena o
mejor que los pacientes incluidos en el brazo
experimental. El medio sanitario en el que
están envueltos es curativo por:
1. La consulta médica y el hospital, porque
hay "más controles".
2. La explicación detallada de la enfermedad,
del tratamiento, del pronóstico y del ensayo
clínico favorecen el conocimiento de la
situación por parte del enfermo, su
asimilación y colaboración.
3. La exploración física, porque el tacto
humano es terapéutico.
4. Las exploraciones complementarias
porque la sofisticación tecnológica sorprende
a los pacientes creyendo que todos esos
aparatos "lo ven por dentro", alcanzando un
diagnóstico certero.
5. Tomar algo, ya que el tratamiento de la
medicina es concebida por la población
desde la mitad del siglo XX como que hay
que tomar un medicamento.
El placebo significa también en la psicología
la mejora de un paciente con déficit mental.
Es la incapacidad para asumir sus defectos
físicos.
Historia de los placebos
La palabra placebo es la primera persona de
singular del futuro de indicativo del verbo
latino placere, que significa ‘complacer’. La
palabra placebo se encuentra en latín en la
biblia Vulgata, en el Salmo 114, y en el 116
(acción de gracias por haber sido liberado de
la muerte) de la biblia en español. Esta
palabra se usaba en la Edad Media para
designar los lamentos que proferían las
plañideras profesionales en ocasión del
funeral de alguna persona. En el siglo XVIII, el
término fue definido en un diccionario médico
como medicamento común y, en una edición
posterior, como algo que simula ser un
medicamento.
La historia de la medicina presenta muchos
ejemplos que reflejan que la historia del
tratamiento médico es la historia del efecto
placebo.
Los fármacos en la historia de la medicina
fueron:
1. Erráticamente descritos.
2. Usados de forma no coherente.
3. Inapropiadamente prescritos.
4. Normalmente combinados con otras
sustancias más complicadas.
5. Probablemente difíciles de conservar.
China: El emperador Huang Ti menciona
casi 2000 fármacos y 16.000 prescripciones
que fueron usados casi 2500 años sin
mayores cambios.
Sumerios-Asirios-Babilónicos: Registraron
265 remedios.
El papiro de Ebers nombra 842
prescripciones y más de 700 fármacos.
India antigua: Fueron usados casi 600
fármacos.
El Corpus Hipocrático: Menciona de 195 a
400 fármacos.
La farmacopea de Galeno: Dominó el
régimen terapéutico durante 1500 años y
desapareció cuando nació la medicina
científica o convencional a principios del
siglo XIX. Entonces existían 820 remedios
placebo.
Esta cantidad de antiguos remedios
totalizan 4785 fármacos y casi 17.000
prescripciones registradas. Es probable que
casi todos ellos fuesen placebos.
La farmacopea inglesa del siglo XVII
publicaba una gran cantidad de preparados
que contenían diversos elementos orgánicos
e inorgánicos que se reemplazaban entre sí.
Los cura-todo fueron abundantemente
usados por varios siglos, utilizando el veneno
de serpientes venenosas como uno de los
principales sustratos, opio, diversas raíces,
secreciones, excrementos, etc.
Estos componentes nocivos y extraños
mantuvieron al médico en un lugar de
privilegio y respeto debido a que él era el
agente terapéutico.
A pesar de que algunas sustancias
pudieran tener efectos terapéuticos. Es
importante pensar la forma en que en la
antigüedad se pudieron aislar principios
activos de algunos componentes
terapéuticos, separar de sus componentes de
origen, preparar y almacenar.
La miel y la malaquita producen una
débil inhibición del crecimiento
bacteriano in vitro.
Ma Huang cita 2000 fármacos de las
cuales la efedrina es la única con
principio activo conocido y en 1920 se
logró sintetizar con ciertas limitaciones.
Pero la efedrina sólo era efectiva para la
tos y en nuestros días se sabe que sólo
es efectiva para la tos del asma
bronquial.
Efecto fisiológico del
placebo
Un estudio realizado por el Sistema de Salud
de la Universidad de Michigan explica los
fuertes efectos fisiológicos que presentan
algunos pacientes al uso de placebos.
[4]
En este estudio el grupo de neurología de
esta universidad ha localizado un área del
cerebro que se activa cuando el paciente cree
que está tomando un medicamento.
[5]
Se usaron dos tipos de escáneres diferentes
en personas totalmente sanas:
[6]
Se realizaron Tomografías por Emisión de
Positrones (PET)a 14 voluntarios.
Resonancia Magnética Funcional fMRI: Se
sometieron los 14 anteriores, 16 voluntarios
más y 18 personas a las que no se les
sometió a PET pero que a las se les sometió
a las mismas pruebas que a los demás dos
veces.
Los resultados se combinaron. Al grupo de
personas completo, se les iba administrando
una inyección dolorosa, se registraba la
actividad del dolor y luego se les
administraba el placebo. A los grupos de 14 y
16 personas se les advirtió que si conseguían
describir los efectos de dicho 'analgésico',
recibirían una recompensa de 5 dólares. Al
grupo de 18 personas se les informó la
verdad de lo que se les iba a administrar.
[7]
La investigación reveló que en los pacientes
más receptivos al uso de placebos se
activaba la producción de dopamina, un tipo
de neurotransmisor responsable de múltiples
actividades fisiológicas como la creación de
los sentimientos placenteros.
[8]
Por el contrario, en los pacientes a los que se
les advirtió de la verdad, no había reacción e
incluso alguno podía llegar a experimentar el
efecto nocebo.
[9]
Personas susceptibles al
efecto placebo
Los placebos no funcionan en todo el mundo.
En 1955, Henry K. Beecher publicó un
artículo
[10]
en el que demuestra que el efecto
placebo solo tiene lugar en el 35% de las
personas. Pero realmente el rango puede
variar desde el 0% hasta el 100%. Depende
del tipo de placebo administrado y de la
condición médica que se pretende tratar. No
todo el mundo responde al efecto placebo,
del mismo modo que no todo el mundo
responde del mismo modo a las drogas.
En 1950 se estudió qué rasgos de
personalidad hacen a una persona más
proclive a sentir el efecto placebo. Estos
resultados no han podido ser nunca
replicados
[11]
y por tanto hoy en día se
considera que la personalidad no afecta al
efecto placebo.
El deseo por superar el dolor, la motivación, y
la cantidad de dolor que espera reducir el
paciente sí afecta al efecto placebo. Otro
factor que potencia el efecto placebo es el
grado en que la persona presta atención a
sus síntomas corporales, de forma que
aquellas personas más centradas en sus
síntomas son más susceptibles al
placebo.
[12]
Las personas afectadas de Alzheimer no
experimentan efecto placebo debido a la
pérdida de sustancia gris en el córtex
prefrontal, lo que conlleva a una pérdida de la
capacidad de tener expectativas.
[13]
Los niños son más proclives a experimentar
efecto placebo que los adultos.
[14]
El trastorno de ansiedad social se ha
vinculado con la expresión del gen
triptofano-hidroxilasa-2 (enzima que
sintetiza el neurotransmisor serotonina), y se
asocia a una reducción en el tamaño de la
amígdala, y por tanto a una susceptibilidad
mayor al efecto placebo.
En 2012 varios estudios centrados en el gen
COMT (catecolamina-transferasa)
relacionado con el neurotransmisor
dopamina, se ha visto asociado en pacientes
con síndrome del intestino irritable. Los
sujetos con el alelo de metiomina duplicado
son más propensos al efecto placebo.
Implicaciones para la
investigación
El efecto placebo dificulta la investigación de
nuevos fármacos, debido a que si no se
controla el efecto placebo no se puede
diferenciar si un nuevo fármaco está
actuando debido a la efectividad de la
sustancia activa, o está dando resultados
positivos por mero efecto placebo. De ahí
nace la necesidad científica de diferenciar
entre la eficacia real y el efecto placebo.
Para controlar el efecto placebo en los
ensayos clínicos, se toma a un grupo de
sujetos a los cuales se les administrará un
placebo con la misma presentación que el
medicamento real, pero sin efectos (por
ejemplo, pastillas de azúcar). Al comparar los
resultados, el fármaco que se pone a prueba
debe superar significativamente al efecto
placebo.
[15] [16] [17]
Los ensayos clínicos
deben ser de doble ciego: esto significa que
los participantes no deben saber si están
recibiendo el fármaco real o el placebo, y el
administrador del fármaco no debe saber si
está dando al participante un fármaco real o
el placebo.
[18]
Este control genera controversias éticas,
dado que para realizar la investigación será
necesario administrar un placebo a una
persona que podría necesitar un tratamiento
efectivo. Pero las condiciones en las que se
encuentra la investigación hace que sea
necesaria esta situación, por lo que todos los
participantes del estudio deben firmar un
consentimiento en el que se les informan que
parte de la investigación consiste en que
podrían estar recibiendo un placebo. La ética
de los estudios con control de placebo ha
sido ámpliamente discutido en el comité de
Helsinki.
[19]
El efecto nocebo (del latín nocebo, "dañaré")
es el efecto opuesto al placebo. Los
pacientes que no creen en el tratamiento
pueden experimentar empeoramiento de los
síntomas. Por ejemplo, a los participantes de
un estudio a los que se les administra un
placebo se les informa de que van a
experimentar una lista de efectos
secundarios negativos y desarrollan una
actitud negativa hacia el placebo que les
conlleva a experimentar dichos síntomas.
[20]
Los placebos confeccionados para los
ensayos clínicos deben ser completamente
inertes, sin ningún efecto. Comúnmente se
utilizan recetas de agua con azúcar, y en
otras ocasiones se utiliza lactosa, lo cual es
conveniente controlar en caso de personas
con intolerancia a la lactosa, dado que dicha
pastilla dejaría de ser un placebo al tener
consecuencias reales sobre la persona.
Controversias con los
placebos
Si el médico le dice a un paciente que lo
que le prescribe es una pastilla de talco, la
respuesta placebo, que depende en gran
medida de las expectativas del paciente, se
perderá.
Si el médico le dice al paciente que el
placebo que le prescribe es un fármaco
farmacológicamente activo entra en una
situación no ética por falsedad de la
información y a la larga será poco eficaz.
El 30% de los norteamericanos usan
terapias alternativas. Se cree que una gran
parte de la medicina alternativa está basada
en el efecto placebo.
Si la enfermedad mejora con el placebo,
puede significar o bien que el problema o la
enfermedad se origina por la mente, o bien
que el organismo se recupera
espontáneamente.
Si un placebo tiene mucha efectividad,
impugna el valor de los medicamentos que
más se utilizan en la práctica médica diaria.
El efecto contrario es el "efecto nocebo", que
ocurre cuando un paciente niega los efectos
esperados de un fármaco.
Véase también
Efecto cascada
Efecto nocebo
Ensayo clínico
Homeopatía
Psicosomático
Referencias
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